domingo, 26 de abril de 2020

UN NUEVO DÍA, VEINTISIETE ABRIL DOS MIL QUINCE

Tras la torrencial lluvia del veintiséis de abril de dos mil quince volvimos a caminar entre arriscadas peñas y otras sendas llevaderas, entre el verdor del robledal, orquídeas, gamonas, cantuesos, nazarenos..., contemplando el vuelo del buitre, el multicolor abejaruco, las luces y sombras del cordal de la Peña y la blanca nieve de Béjar.















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