Apenas doscientos metros separan tres excavaciones rupestres, dos en
buen estado y la tercera deteriorada en uno de sus extremos. Alrededor, pequeños
trozos de pizarra ajena a este territorio, acumulaciones de rocas de granito mezcladas con
fragmentos pizarrosos, formaciones en círculo aprovechando los resaltes de la
roca madre, otras construcciones en las que los salientes rocosos sirvieron de
abrigo y, al lado de uno de los lagares, enorme monolito cuadrangular que
supera los dos metros de largo...