SIERRA DE BÉJAR:
Seductora montaña de vieja estirpe y romas cumbres
nevadas, de blanco manto inmaculado, brillante nácar de la mañana, luminoso haz al mediodía, rosada
nieve al despedir el día.
Fascinantes auras primaverales y huidizas nieblas de ladera; hirientes nieves
manantial de vientos fríos, aterradoras
negras nubes de truenos y destellantes
signos.
Cautivan las gélidas lágrimas ante tibio sol, los virginales torrentes al fundirse las entrañas, la floración tardía
del piorno y la retama, las diminutas flores de pradera y las glaciares láminas
de agua.
Hipnotiza tanto la sólida mole de
la egregia sierra que cuanto más se
contempla más embriaga.
¡Oh agreste Sierra de Béjar, destino de
montañeros, soberbia efigie de montaña alta, alivio del espíritu que toca el azul
del cielo, techo de la provincia charra!