MAÑANA DE SOL, PIEDRAS Y
AGRADABLES SORPRESAS.
En la agradable y soleada mañana
de enero, mientras lejos escuchábamos el ladrido de los perros y los disparos
de los cazadores, hemos recorrido zonas de roquedal no visitado con
anterioridad, matorrales cerrados de espinos, retamas,jusbardas y bardas, empinadas
laderas de umbría desde donde escuchar el rumor de la corriente y una cálida
vertiente, querenciosa donde las haya que desde siempre nos ha atraído.
En el trayecto, dos nuevos
lagares rupestres, uno de ellos casi totalmente enterrado, de buenas
proporciones la pila mayor (2,20 metros por 1,70) y pilón oculto que en algún
momento habrá que desenterrar.
Al abrigo de las piedras los
pequeños bulbos comienzan a florecer y la naturaleza hierve como nunca en este enero irreconocible.
Tumba sobre bloque de granito.