¿Somos conscientes de que la intervención humana es la mayor depredadora?
¿Somos conscientes de que la destrucción de la Naturaleza hace más vulnerables a los humanos?
¿Somos conscientes quiénes son los mayores depredadores y manipuladores entre los humanos?
Me temo que gran parte de la sociedad no es consciente de ello.
BAJO LA MUELA DE SAN FELIPE.
En el escarpe noroccidental de la
Muela de San Felipe, unos cuatrocientos metros bajo la cima, se produce uno de
los hontanares más conocidos en España, el nacimiento del Río Cuervo. La enorme
masa calcárea de la muela actúa como esponja receptora de cuantas aguas caen
sobre su superficie.
Toda una serie de
alveolos y galerías intercomunicadas en su interior conducen las aguas hacia la
surgencia que da lugar al conocido río y al espacio natural del entorno. Otras
galerías, bajo esta Muela, llevarán las
aguas hacia el nacedero del Júcar en la misma Ibérica conquense. Se comportan
así, las telúricas entrañas, como divisoria fluvial, al conducirse las aguas
del Júcar hacia el Mediterráneo y las del Cuervo hacia el Atlántico. Es un
fenómeno Kárstico que sorprende especialmente en época de lluvias, deshielos de
la nieve caída y también en los períodos de temperaturas glaciales al
congelarse el agua de los travertinos
que dan lugar a escenas de suma belleza.
Si es la roca caliza la que acoge
y conduce el agua por los pasillos naturales interiores, es ella misma la que
al disolverse va formando los travertinos a través de los depósitos de
carbonato cálcico, las estalactitas y las acumulaciones tobáceas, es decir, la
roca porosa que se origina cuando el agua está repleta de carbonato… A veces se
forma en superficies planas y otras configura a lo largo de los siglos tapones
que dan lugar a remansos o lagunas e incluso a conformar cascadas.
Este abrupto y umbroso
territorio, Monumento Natural desde finales del siglo pasado, añade al
atractivo visual de las aguas, sus caídas y trasparencia con tonos esmeralda,
una gran riqueza faunística y floral. Sobrecoge el abigarrado tapiz en el que
sobresale el pino y acompañan especies ripícolas junto a otras más propias de la España atlántica.
Es un enclave que por su fragilidad conviene
cuidar con esmero, algo complicado
cuando es lugar tan publicitado, tan conocido, con escasas normas restrictivas
y cuando la “marea” turística urbana de centros emisores tan poblados como Madrid
lo tiene tan cerca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario