En la antigua Grecia el término
palestra se utilizaba para designar el lugar donde se desarrollaba la lucha.
Estaba íntimamente relacionado con el deporte.
Más tarde, dicho espacio, cumplió
otras funciones: lugar de discusión filosófica, conferencias, música…
En nuestros tiempos es frecuente
escuchar las expresiones “salir a la palestra” o “saltar a la palestra” bien
sea como espacio físico o como intervención de una persona en un momento
concreto.
Menos frecuente es escuchar “recorrer todas las palestras”. ¿Qué
significa?
Tenemos un joven vecino de lo más
activo. Lo mismo poda, injerta, cultiva
patatas, ajos, tomates…, que inventa herramientas, recorre las calles y los
caminos, ayuda al que ve realizando un trabajo, interviene en conversaciones de
mayores con solvencia y se preocupa de mil asuntos relacionados con el pueblo y
con el agro.
Ante tanta inquietud, cambio de
lugar o actividad, ante ese acopio de energía y fácil relación que le
caracteriza, otro vecino mayor suele decir “este
muchacho no tiene desperdicio, hoy seguro que recorre todas las palestras”.
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