jueves, 5 de marzo de 2020

EN LA CARA NORTE DE LA MALADETA.



Entre las muchas excursiones que sin demasiada dificultad  es posible realizar en el Valle de Benasque, la que surge al final de  la carretera en el Plan de Están, se dirige hacia el Forau, pasando posteriormente por la cascada y el Plan de Aiguallut para llegar al ibón de Barrancs, ofrece infinidad de atractivos al senderista.

No es exigente en kilómetros ni tampoco en desnivel lo que permite caminar y observar a cada paso la riqueza geomorfológica, la variedad botánica, la abundancia de agua y el relicto glaciarismo de los Montes Malditos donde destacan el Aneto,  Maladeta  y  Pico de las Tormentas, entre otros.

Al inicio podemos ver el intermitente río Esera alimentado solamente de parte del agua de la cara norte  del Macizo de las Maladetas  ya que  en gran medida desaparecen en el Forau de Aiguallut para tras varios kilómetros de río subterráneo  alumbrar en el Valle de Arán en el Güels de Joeu, Ojos del Diablo, y tributar al río Garona. El Forau es una dolina-sumidero propia de zonas calcáreas que contrasta con la litología dominante en este conjunto montañoso de roca granítica. Si espectacular es el socavón donde desaparecen las aguas, la visita de la surgencia Kárstica en el vecino valle de Arán es un grandioso prodigio de la naturaleza. Estamos ante aguas que por un capricho de la naturaleza fluyen hacia el Atlántico en lugar de hacia el Mediterráneo que le correspondería por las condiciones orográficas.

La cascada y el Plan de Aiguallut son atractivo espacio donde disfrutar de aguas, praderías y vistas de las altas cumbres antes de iniciar el ascenso al lago de Barrancs, trayecto más exigente que el  realizado y que colmará de satisfacción al contemplar la impresionante cubeta glaciar.










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