Éste ha sido nuestro regalo de Reyes: una bella mañana, tibia, reluciente, de continuo rumor de la corriente, canto de insectívoros, histórico camino empedrado, senda bajo árboles que se comban formando bóveda, flores y frutos del madroño, hermosos contraluces, prístinas paredes de bancales abandonados, plantas que despiertan (garbancera, cebolleta albarrana, fresno y brezo), cristalinas aguas que entonan una delicada canción...
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