Si por muchas razones publicamos
imágenes y textos sobre nuestra patria
chica, San Esteban de la Sierra, hay otro San Esteban, San Esteban de Gormaz en
la provincia de Soria que nos conquistó desde la primera visita, razón por la
que traemos a colación texto e imágenes. Y
ello sucedió fundamentalmente por la contemplación del maravilloso
románico porticado hacia el sur, el primero que veíamos de tales
características.
Nada nos fascinó tanto de este núcleo terroso, al amparo del derruido
castillo que se asoma al Duero como las iglesias de Santa María del Rivero y
San Miguel, conscientes de los muchos recursos arquitectónicos, históricos y
literarios que posee San Esteban de Gormaz.
La iglesia de San Miguel, finales
del siglo XI, está considerada como la primera construcción de este románico
que tanta difusión tuvo durante el siglo XII en provincias como Segovia,
Guadalajara y la propia provincia soriana, extendiéndose en menor medida a
Burgos, Rioja y Navarra.
Sorprende la rusticidad de estas
obras desgastadas por el paso de los siglos a la par que llama la atención la
función que dichos pórticos cumplieron durante el medievo y más adelante
en el tiempo. La orientación sur de sus pórticos fue un reclamo en los fríos
días invernales meseteños porque no olvidemos que sirvieron de refugio en
iglesias aisladas, fueron lugar de
reunión municipal, de actividades diversas y
punto de enseñanza a través de las esculturas de sus capiteles para un
pueblo que no sabía leer. Es más, Carlos R. Lafora consideraba que esta fórmula de arquitectura albergaba el
derecho de libertad en una sociedad sometida a los designios del señor.
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