Se conocen muchas de las galerías
existentes en la ciudad, así como los pozos de la nieve que tuvieron conventos,
colegios, cofradías o la propia urbe para uso público. Quedan bastantes pasadizos por sacar a la luz.
Función evidente, misterio y
leyenda envuelven este riquísimo patrimonio que en ocasiones ha sido
investigado gracias al buen hacer en el que participan expertos arqueólogos.
Tal es el caso del trabajo llevado a cabo en el Pozo de Nieve, sótanos,
subsótanos y pasadizos bajo lo que se llamó el Escorial de Salamanca, antiguo
convento de San Andrés.
Sin duda un lugar especialmente interesante. Buen reportaje. Saludos
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