lunes, 8 de abril de 2019

¿NO ES HEROICA ESTA AGRICULTURA?


Héroes anónimos, en labor secular sin tregua hasta el último tercio del pasado siglo, crearon un épico paisaje agrícola  en un medio domeñado con ingenio y sudor, tan insólito y sugestivo a nuestros ojos que cuanto más lo recorremos y observamos, más nos admira y sobrecoge.

Al proceso migratorio de la segunda mitad del siglo XX ha sucedido el gradual abandono de los territorios con mayor declive dando lugar a un paisaje de denso matorral, en ocasiones de arbolado, que apenas permite contemplar la ingente obra de paredones que aterrazan las laderas desde las orillas fluviales hasta las escarpadas cumbres, reptando más de cuatrocientos metros por colosales desniveles.

A pesar de los obstáculos físicos, de la dura tarea de cultivo, de los bajos precios  y sobre todo de las trabas de una inoperante Administración, no deja de ser admirable la conservación de retazos de esta agricultura heroica en la que alternan o asocian vides, olivos y frutales  en medio de otros campos  dejados a su suerte u impresionantes escollos rocosos.

Si bien tierras insulares, del levante ibérico, Galicia, sur de Sierra Nevada…, figuran entre los paisajes más conocidos de  agricultura heroica, no es menos cierto que especialmente la vertiente sur del Sistema Central abulense, cacereño y salmantino así como las Arribes del Duero ofrecen magníficos ejemplos de estos espeluznantes parajes agrícolas.  Son paisajes culturales que nunca debieron abandonarse si el pequeño agricultor minifundista hubiera recibido los incentivos de los que goza la gran empresa y la gran propiedad.

Con pequeños apoyos y sin tantos obstáculos administrativos la despoblación rural no hubiera sido tal, el paisaje de  piedra y tierra que mantiene los campos de labor se hubiera preservado, la lacra de los incendios no habría tenido efectos tan desastrosos, parte de la fauna que necesita de los cultivos no hubiera desaparecido y la conservación de tan llamativos paisajes hubiera atraído a   turistas con todo lo que conlleva de generación de empleo, riqueza y disfrute.No hay duda que contemplar los paisajes, tal como los recordamos de la infancia, hubiera sido muy gratificante para los propios del lugar y cuantas personas nos visitan.


Hemos perdido una gran oportunidad relegando al olvido un paisaje de bellísima estética con dos mil años de Historia. Pero en los convulsos tiempos que vivimos, de falta de rigor, de programas televisivos aculturales, de políticos que únicamente defienden sus intereses y los de los poderosos, ¿quién se preocupa por ese hombre apegado a la gleba en abruptos territorios cuando priman las multinacionales, la superproducción y el elevado consumo aunque a muchos se les llene la boca de sostenibilidad?


Ejemplos de bancales conservados y de áreas en las que la vegetación oculta los antiguos aterrazamientos:










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