domingo, 3 de diciembre de 2017

MONLEÓN


La villa medieval de Monleón, situada a poco más de veinte minutos de San Esteban de la Sierra, bien merece una visita, tanto por el enclave, el urbanismo, los restos de muralla, la torre del homenaje, las tres puertas de acceso al recinto, la Historia ligada a la villa o la literatura recreada a través del romancero por García Lorca en Los Mozos de Monleón.

Esta fría tarde de diciembre hemos recalado en el lugar cuando el viento soplaba y el mortecino sol para nada paliaba la gélida temperatura.

Rodeado de leyendas…, verraco, cuerno de oro para llevar a cabo la construcción de la cerca…, lo cierto es hay constancia desde el siglo IV antes de Cristo de la existencia de algún asentamiento, ya en el propio enclave del actual Monleón o en lugar cercano tal como se puede ver a través de la escultura zoomorfa del verraco. Este tipo de escultura, frecuente entre los pueblos ganaderos  del oeste hispano, con variantes de toro, jabalí, cerdo…, parece que pudo tener carácter propiciatorio, defensa de la ganadería o ser un hito en las rutas ganaderas tal como dicen los expertos.  Pero será a partir del siglo XII cuando esta villa ubicada en alto y estratégico punto sobre la confluencia del Riofrío y el Alagón, comience la construcción amurallada que con sucesivas reformas acabaría en el siglo XV. Tres poblaciones amuralladas y con castillo fueron claves en el proceso de reconquista y repoblación siguiendo la fosa del Alagón: Monleón, Miranda del Castañar y Granadilla, ya en la provincia de Cáceres.

Significativa es la Historia del alcalde Rodrigo Maldonado quien actúo de forma autoritaria, a quien apresó el Rey Católico y perdonó la vida ante el rendimiento de su mujer, un tanto levantisca.

Conserva Monleón el castillo con su torre del homenaje, las tres puertas de la muralla: la de la Villa, la de Coria y la Puerta el Sol. Se mantiene la traza urbana de estrechas calles, sinuosas, sin plan preconcebido, donde alternan viviendas tradicionales de escasa altura de piedra corneana y granito con otras más modernas que intentan conservar algunos de los elementos del pasado. Da la sensación de núcleo muy constreñido dentro del recinto murado y bajo la autoridad del señor.

En un día como hoy podríamos pensar que estamos ante un pueblo muerto; solamente la berrea de ganado estabulado y el rezo que escuchamos al acercarnos a la iglesia han roto el sepulcral silencio vespertino.

Bien conocida es la canción de Los Mozos de Monleón que, aunque con distintas versiones, la más conocida es la de García Lorca. La misma ha sido cantada entre otros intérpretes por Nati Mistral, Teresa Berganza, Ana Belén, García Calvo…






















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