Diferentes caras de la misma peña caballera en la que surge un pequeño jardín de plantas crasas y narcisos rupícolas que aprovechan el débil suelo de la marmita natural en ella formada.
Desde lejos se contempla la oquedad erosiva y el difuminado amarillo de los narcisos.
Sobre el musgo plantas crasas y narcisos rupícolas. El sorprendente jardín.
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