Transcurrido el tiempo, sin
ningún acertante de ambas imágenes, vamos a conocer uno y otro lugar.
Son varias las personas que han
indicado que la primera foto se corresponde con la ermita de San Bartolomé.
Es cierto.
Hace muchos años, cuando los
senderistas eran escasos en el Cañón del Río Lobos, cuando era posible acampar
en el mismo e inmediaciones, conocimos este precioso lugar donde a la belleza
natural de cuevas, simas, cornisas,
surgencias, ventanas naturales, aguas de nenúfares, posaderos de rapaces.., se suma
el valor arqueológico y artístico.
La ermita templaria de San
Bartolomé es sin duda un hito por su ubicación, armonía constructiva y por lo
que representa en el mundo del arte protogótico soriano sobre el que
magníficamente nos ilustrara José María Martínez Frías.
El lugar resulta mágico, de una
belleza sin igual y a la vez mistérico, quizá por ese mundo de leyenda que se
cierne sobre todo lo que tiene que ver con la Orden del Temple. Los amantes de
la España templaria pueden recurrir a la Guía
de la España Templaria de Juan García Atienza.
La segunda imagen está tomada
desde una cumbre mítica de la provincia de Navarra. Es la cima del Ori (Orhi), que se eleva hasta los
2017, 2019, 2021 metros, según la fuente que consultemos. El territorio bajo el
mar de nubes es de Francia y donde la localidad más próxima es Larrau. La
primera vez que ascendimos el Ori salimos desde la bellísima Ochagavía para
llegar al puerto de Larrau y en poco tiempo subir hasta el pico. El día de la
imagen recorrimos el camino desde Roncal a Isaba, Uztarroz, Puerto de Lazar y
después Larrau. Hacía un día precioso en el Pirineo Navarro y la sorpresa fue
llegar al puerto y ver Francia sumida
bajo el mar de nubes. Si en esta ocasión no fue posible contemplar el país
vecino, apreciamos las cumbres pirenaicas más hacia el este, la nieve en las
más elevadas y a poca distancia el sin par bosque de Irati y la Sierra de
Abodi.
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