Tras cierto tiempo sin visitar la
comarca de Hurdes y especialmente el valle del río Hurdano y el Malvelillo,
ayer nos dirigimos hasta la desembocadura del Ladrillar en el Alagón, el
meandro Melero y posteriormente a Vegas de Coria. Desde esta localidad
recorrimos el valle cuya carretera concluye en la alquería del Gasco visitando
durante la mañana los sucesivos meandros del Malvelillo y realizando la ruta
hasta el estupendo Chorro de la Meancera.
Bonita experiencia que ha merecido
la pena repetir después de años sin pisar algunos de los lugares, entrañables
donde los haya.
Pero, ¡qué inmisericordes fueron los dioses para recluir durante siglos al pueblo hurdano dentro del más pétreo y laberíntico territorio, sin apenas tierra que cultivar, sin comunicaciones y con escasez de medios para sobrevivir! Y ¡ qué crueles quienes por su condición de poder se aprovecharon de la comarca y sus hombres!
Afortunadamente, este paraíso visual para el viajero, "ya no es lo que era", frase que desde la década de los setenta del pasado siglo podía leerse en algunos de sus pueblos.
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