CALZADA DE SALAMANCA.
Frente a las pasaderas o pasiles
del vado fluvial, no lejos del tantas y tantas veces transitado puente viejo
sobre el Alagón, se inicia este acotado camino que en algunos mapas figura como
Calzada de Salamanca. No se trata de un itinerario carretero; es un pendiente camino de herradura antaño completamente
empedrado, suficientemente ancho para permitir el paso entre sus muros de animales de carga con serones, leña o los
banastos de tiras de castaño a ambos lados de la montura.
Grande fue su utilización en el pasado, no solamente
para el ir y venir hacia los campos de cultivo de frutales, huertos o los de la
trilogía mediterránea que apenas pervive hoy
en algunos paredones en los que se asocian vid y
olivo. A través de esta vía, desde la sierra profunda, salieron los más
diversos frutos hacia los pueblos del llano, las dehesas e incluso hasta la
ciudad de Salamanca, duro trayecto este último que salvaban nuestros
antepasados en época de verano desde las postreras horas de la tarde hasta las
primeras de la mañana.
La construcción de la carretera
de Salamanca y el puente nuevo en los años treinta del pasado siglo, dejaría
obsoleta esta ruta arriera.
PASADERAS VISIBLES ANTES DE LAS ÚLTIMAS LLUVIAS.
PUENTE VIEJO SOBRE EL ALAGÓN.
PUENTE NUEVO.
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