Aquel hombre, entrado en años, tenía fama de gruñón, de los que siempre soltaba improperios y reprendía a los niños en la calle, el frontón o el río.
Con frecuencia, durante el verano, los niños jugaban desde la Pesquera hasta el Chorrero, el Puente, el Rolletar y el Charquito, pescaban a mano, se zambullían en los pilancones...
Una tarde, desde lo alto del Puente el tío "Ce" gritó -"muchachos, sois traviesos y malos, no vais a salir de las Calderas de Pedro Botero. Ojalá os quedéis ahí para siempre".
Ante la provocación, desde abajo uno de los muchachos respondió - "cállese tío gruñón que usted es más viejo e irá más pronto al infierno".
-¿Quién ha sido el que ha dicho eso? ¡Como os pille..!
Abajo, silencio..., y a correr entre las peñas...
Bonito enclave y comentario. Saludos
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