sábado, 3 de marzo de 2018

UN NUEVO LAGAR

El niño Luis Márquez Pérez, fiel compañero  de nuestros salidas de campo desde que tenía cinco años y gran observador, localizó el pasado domingo un interesante lagar rupestre colmatado, lagar del que dicen nuestros mayores de noventa años que cuando eran niños estaba completamente limpio, jugaban sobre él e incluso por Pascua comían allí el hornazo.

Es de una tipología diferente a los hasta ahora vistos. Tiene forma oval de 1,90 por 1,30, unos diez centímetros de profundidad y comunicación con el lacus a través de un canal de 30 cm, no orificio como en la mayoría. El lacus mide 0,55 por 0,45, tiene en el centro el típico plato o cuenco y la profundidad mínima es de cinco centímetros. Muy llamativo es que el lacus tiene su propio desagüe, idéntico al  de otros lagares de única cavidad.




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