LA CIGÜEÑA NEGRA, Ciconia nigra:
Para los amantes de la
ornitología hay parajes de gran valor en
los que circunstancialmente, con suerte o paciencia, es posible contemplar aves
no habituales y al mismo tiempo protegidas. Una de ellas es la cigüeña negra, de bella silueta, más
pequeña que la blanca, perfectamente identificable en nuestro entorno donde la
cigüeña común no anida, solitaria y huidiza ante la proximidad del hombre.
Desde marzo hasta septiembre se
puede divisar en los alrededores de San Esteban, Valero y los valles del
Alagón, Quilama y Palla. Desaparecida de los cantiles de la Peña del Hituero en
el pasado siglo, fruto de la gran presión humana, es un regalo de la naturaleza
verla surcar nuestros cielos o rastrear los pequeños charcos durante el estío
donde peces, anfibios e insectos le sirven de alimento.
La fortuna nos ha permitido verla
en el proceso de apareamiento en el Camino de Valero, en la migración con más
de veinte ejemplares sobre el cielo de San Esteban, en pozas someras, entre los
cantos fluviales, sobrevolando el Piélago, la Huanfría, las Huertitas, los
Riscos de los Pajares y posada en zona de anidamiento en las buzadas cuarcitas
de la Palla.
Sin duda, un gran obsequio para
quienes recorremos campos y veredas y amamos la bravía naturaleza que tratamos
con el mayor respeto de enseñar a los que nos acompañan.
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