domingo, 30 de enero de 2011

SAN ESTEBAN DE LA SIERRA: ÉXITO DE LA MATANZA TRADICIONAL

SAN ESTEBAN DE LA SIERRA. ÉXITO DE LAS JORNADAS MATANCERAS

Como en años anteriores, la celebración de la matanza tradicional ha sido un éxito. En la primera de las jornadas, tras matar los dos hermosos cerdos ibéricos, chamuscarlos, despiezarlos y tomar el chocolate y anisete llegaron alrededor del mediodía las costillas asadas y las probaduras del chorizo y salchichón.
Un animado ambiente ha llenado la plaza y posteriormente los bares del Niño, Palmeras y Camiglés siguiendo la ruta de pinchos matanceros.






La tarde, dedicada especialmente a los peques ha traído a colación los primitivos juegos de la época de matanzas: soga, tapaderas y fumeiros.
La jornada dominical, ligeramente pasada por agua, ha servido para continuar con las degustaciones de las diversas partes del cerdo y sortear los jamones. Naturales de la localidad y personas venidas de fuera hemos disfrutado de un ambiente entrañable y festivo que es lo que se persigue con estos eventos.
No ha faltado la dulzaina y el tamboril de Agustín y Jose así como demostraciones de jotas para satisfacción de los presentes.
Estamos contentos de haber departido este festejo con nuestros clientes de Fuentes de Abajo, todos repetidores o recomendados y personas a las que tenemos que agradecer la gran publicidad que hacen de nuestro alojamiento y de este pequeño pero atractivo pueblo serrano.

Es de agradecer, por parte de todos, la disponibilidad del Ayuntamiento, la Asociación de San Esteban y organización, la magnífica labor de la Asociación de mayores y de las diestras personas  que para satisfacción de todos han despiezado los ibéricos, asado y repartido los diferentes productos.

¡Estas y otras tradiciones mantienen vivos nuestros pueblos!

sábado, 22 de enero de 2011

SAN ESTEBAN DE LA SIERRA. FIESTA DE SANTA ÁGUEDA.

SAN ESTEBAN DE LA SIERRA: FIESTA DE SANTA ÁGUEDA.

¡Qué tiempos…, qué año aquel en el que hubo mayordomos para San Antón, San Ildefonso, Las Candelas, San Blas, Santa Águeda y San Albino!; así se expresan algunos mayores al referirse al calendario festivo invernal de antaño, cuando existía gran disponibilidad para mayordomías, cuando el número de habitantes multiplicaba varias veces al de ahora y cuando estas fiestas constituían la mayor distracción popular en un mundo cerrado carente de los actuales medios.


Entre todas estas fiestas la que ha gozado de mayor arraigo es la fiesta de Santa Águeda, fiesta de invierno por antonomasia y con connotaciones propias respecto a tal celebración en otros lugares. San Antón y San Ildefonso no se celebran actualmente y Las Candelas y San Blas siempre han tenido mayor tradición en pueblos cercanos, Valero y Santibáñez. San Albino, del que en tiempos eran mayordomos los representantes del “sindicato”, es ahora una animada fiesta en la que jóvenes y no tan jóvenes se han convertido desde hace años en mayordomos de por vida.

Al decir de Antonio Cea(1), no se conoce muy bien el origen de la fiesta de las Águedas en la Sierra de Francia aunque son varias las parroquias que tienen imágenes de la Santa,  alguna de gran antigüedad. Éste es el caso de la de San Esteban: “la más antigua y bella de las imágenes de Santa Águeda que actualmente se conservan en la Sierra, es la de la villa de San Esteban. Se trata de una talla de estilo hispano-flamenco, dorada, estofada y con encarnación”, explica Cea.

El citado investigador se dedica especialmente a describir la tradición festiva en Miranda del Castañar sin olvidar aludir al posible origen pagano que la fiesta debió tener en la antigua Roma. Dice que se trata de la cristianización de las fiestas de la Matronalia, la de las mujeres casadas. La diosa Juno Lucina (diosa del parto y la maternidad) era venerada en un festejo profano-religioso donde la mujer tenía el mayor protagonismo (sobre el tema es muy interesante el estudio de Rosa María Cid López titulado “Imágenes y prácticas religiosas de la sumisión femenina en la Antigua Roma. El culto de Juno Lucina y la fiesta de  Matronalia”).

¿Qué diferencia la fiesta de Santa Águeda de San Esteban de la de otros lugares? Como anteriormente decíamos es una fiesta muy arraigada en la que el protagonismo femenino no es similar  al de otros puntos de la Sierra de Francia o de la misma provincia. La mayordomía es compartida por hombres y mujeres; mayordomos pueden ser familias, amigos, peñas o hasta el Ayuntamiento si el correspondiente año nadie se apunta para ocupar el puesto. Otra particularidad del evento es la “alborá” o “alborada” que se realiza el día cuatro por la noche alrededor de las diez. Tras reunirse en la Plaza cuantas personas deseen participar, el grupo se dirige al Barrio Arriba para iniciar un recorrido por distintas calles o plazas cantando las típicas canciones de la festividad y concluyendo en la Plaza Mayor con un convite. Los mayordomos serán los responsables de organización y  coste de dicho convite así como de misa del día cinco, procesión, nuevo convite y baile si lo hubiera. El seis de febrero, siempre se ha celebrado “Santa Águeda Chica” o “Santa Aguedina” y en tal día el Ayuntamiento invita a mayordomos salientes y entrantes al típico limón serrano en Restaurante las Llares .




Este año, 2011, la mayordomía estará representada por la “Peña los Bárbaros”, grupo numeroso que supera las treinta personas entre niños y mayores. Ellos serán quienes organicen la fiesta y quienes se responsabilicen de que todo salga bien así como de pagar la mayor parte de gastos que se generen.

Cuando la fiesta coincide en fin de semana, como es el caso, la asistencia de público es numerosa y  la alborá resulta muy emotiva y multitudinaria desde su inicio en el Barrio Arriba cuando se tiran  cohetes y se comienza a cantar:

El día cuatro de febrero
Le cantamos la alborada
A Santa Águeda  bendita
Que ha sido martirizada.

En la ciudad de Palermo (2)
Nació esta prenda dorada
Fue en Sicilia perseguida
Y después martirizada.

La comitiva continúa calle abajo hasta la Pilita donde se canta de nuevo en honor de la Santa:

Por ser más bella que el sol
Águeda brillante estrella
El emperador Quiciano(3)
Se ha enamorado de ella.

Y la Santa le contesta
Con muchísima humildad
“Quiciano no te molestes
Que yo vivo en castidad”

La siguiente parada es en la Plaza  del Mesón, lugar donde tradicionalmente se celebraban los bailes de éstas y otras diversas festividades de la localidad. Recordando el pasado, el día cinco se bailan unas jotas y se reparten dulces entre los asistentes:

El emperador Quiciano
A su palacio la llama
Le promete ser su esposo
Si deja de ser cristiana.

Y la Santa le contesta
Con muhísimo salero
“yo no quiero tu palacio
Ni tus joyas ni dinero”

Estas lanchas del Mesón
Cuántos recuerdos nos dejan
De todos los que bailaron
Celebrando estas fiestas.

En la Roza se hace un nuevo alto en el recorrido:

A la edad de quince años
Quiciano la persiguió
“me desposo con Jesús
Y la ley sigo de Dios”

Quiciano el emperador
Cortarle mandó los pechos
Y que enciendan una hoguera
Y que la arrojen al fuego.

El grupo se detiene en la Fuente Abajo:

Mandó que la desgarrasen
Con garfios y uñas de acero
Y la santa lo sufría
Por Jesús Rey de los cielos.

Mandó cortarle los pechos
Aquél bárbaro traidor
Y la Santa con paciencia
Todo lo sufre por Dios.

En el Lucillo, a la puerta de la antigua casa del párroco se canta nuevamente:

Al párroco de este pueblo
Que la misa nos celebra
Dios le de mucha salud
Y después la vida eterna.

La llevaron a la cárcel
A un oscuro calabozo
Y la Santa muy contenta
Va que no cabe de gozo.

En la ciudad de Catania
Murió esta divina Santa
Sus padres fueron gentiles
Y ella siempre fue cristiana.

La penúltima estación es en la Fuente Herrera:

Al barrio la Fuente Herrera
Y a todos en general
La Santa les de salud
Y les conceda la paz.

A la Santa pequeñita
Honramos llenos de gozo
Y le pedimos cantando
Que no falten mayordomos.

A la Santa Águeda bendita
Le venimos a pedir
Disfrutar por muchos años
De nuestro buen alguacil.

El colofón final es en la Plaza Mayor:

La Santa nos de salud
En esta linda plaza
Para celebrar sus fiestas
Y cantarle la alborada.

A los jóvenes del pueblo
Pedimos con alegría
Que se aprendan la alborada
Para poder transmitirla.

En este pueblo serrano
Cantamos la tonadilla
Que no nos falte anisete
Ni jotas ni perrunillas.

Aquí terminamos los cantos
De la Santa tan hermosa
Que se supo defender
De Quiciano y de sus tropas.

Todos reunidos en la Plaza Mayor se disfruta de los dulces preparados para tal evento, especialmente de las perrunillas(4) que con mimo han elaborado los mayordomos los días previos y cómo no, del anisete. Acto seguido comenzará el baile hasta altas horas de la noche.

Misa, procesión y convite del día cinco suelen ser concurridos actos que ilusionan a toda la población, muy particularmente a quienes ocupan el puesto de mayordomos. Sonará la gaita y el tamboril, como es habitual, y los animosos se bailarán unas jotas durante el convite que sigue a la procesión.

Durante la tarde, los bailes del Mesón y la orquesta de la noche completarán los actos del día sin que en ningún momento falten los productos típicos.

La Peña los Bárbaros invita a los propios del lugar y a cuantos nos quieran visitar a disfrutar de unas fiestas populares que  difícilmente olvidarán.



¡Viva Santa Águeda bendita y viva la mayordomía!


1-     Cea Gutiérrez, A.:La Fiesta de las Águedas en Miranda del Castañar”.Narria, estudios de artes y costumbres populares. Provincia de Salamanca, Universidad Autónoma de Madrid, 1979.
2-      En la canción se cita la ciudad de Palermo aunque no se sabe si fue en esta ciudad o en Catania donde nació.
3-     El pueblo habla del emperador Quiciano cuando en realidad se refiere al gobernador o procónsul de Sicilia Quinciano. En aquellos momentos el emperador de Roma era Decio.
4-     Las perrunillas no faltan en ningún acontecimiento festivo relacionado con San Esteban. Para Santa Águeda se reúnen mayordomos y familiares varios días antes y elaboran estos estupendos dulces. Este año, Ibéricos Labrador, miembro de la Peña, preparó la manteca y nos invitó tras la elaboración de las perrunillas a un rico, rico jamón. Otro tanto hizo Francisco con el anisete y Carlos, de Bodegas Rochal, también de la Peña,  con el excelente vino Osiris. Como no podía ser de otra manera, se lanzó el cohete de rigor para comunicar que las perrunillas habían salido bien.








SAN ESTEBAN DE LA SIERRA. NUEVAS JORNADAS DE LA MATANZA



SAN ESTEBAN DE LA SIERRA. NUEVAS JORNADAS DE LA MATANZA TRADICIONAL

Durante los días 29 y 30 de enero, San Esteban de la Sierra organiza un año más la matanza tradicional.


Desde las diez de la mañana del día 29 hasta mediodía del 30 se puede  disfrutar del evento: mata y chamusque, despiece y exposición de las distintas partes del cerdo, probadura de los productos porcinos, sorteo de los jamones y ruta de pinchos por los bares de la localidad.

Ayuntamiento y Asociación corren con los gastos del festejo e invitan a todos los paisanos y visitantes a sumarse a la fiesta y degustaciones en su Plaza Mayor.


lunes, 17 de enero de 2011

SAN ESTEBAN DE LA SIERRA:IMÁGENES DE LA MISMA JORNADA

    







A las nueve y media de la mañana del día quince de enero éste era el panorama del Bardal y los Riscos desde el camino de Bajenoso.

Frente a la suave y limpia mañana en el fondo del valle, las nieblas llegaban hasta la Jara, Majahonda y el Bardal y cual  humo de  hoguera  ascendían vertiginosas hacia los Riscos para poco después desaparecer.

Era un espectáculo observar, como si de epopeya griega se tratara, cómo el denso hidrometeoro oponía resistencia al poderoso Helios que libraba su propia batalla tratando de desperezarse como homérico Titán.




Entre las diez y las doce de la mañana,  camino de Valmedroso, Prado Concejo, las Huertitas, Majallana y retorno por Valdeconejos, la atmósfera era la  más impoluta que uno pudiera imaginar.  Los previos días de lluvia habían limpiado el ambiente y nos regalaban una mañana espectacular. El regato Valmedroso había incrementado el caudal, por los caminos corría una “paradera” para regar y bajo el musgo surgían pequeños hilos de agua que se perdían entre la tierra y la hojarasca. Los erectos menhires parecían más excelsos que nunca y al mirarlos uno pensaba en las ciclópeas fuerzas del interior terráqueo y los poderosos agentes externos artífices de tan impresionantes moles.

La búsqueda de la  pasada huella humana daba su fruto entre la satisfacción y las mil interrogantes. Es tanto el esfuerzo realizado por quienes nos precedieron que resulta difícil comprender el olvido secular.   

Desde la era del Prado Concejo, la vista alcanza  el lejano cíngulo  montañoso del Sistema Central  donde la Peña ocupa posición prominente. Allá confluyen y se hermanan las regiones de Castilla y León y  Extremadura, tan próximas y tan diferentes.

Ya en Valdeconejos, San Esteban queda a tiro de piedra. Ocupa el fondo del valle en la margen izquierda del Alagón, río que serpentea entre las hercinianas montañas camino de Extremadura.  







SAN ESTEBAN DE LA SIERRA: EL LIMÓN SERRANO.

SAN ESTEBAN DE LA SIERRA: EL LIMÓN SERRANO

Según las investigaciones de Cea Gutiérrez (1), ya a finales del siglo XVII, aparece la tradición de comer el limón en nuestra comarca, Sierra de Francia. Probablemente tal costumbre es anterior aunque no aparece reflejada hasta 1690 en las cuentas del Común de Sequeros donde se detallan los ingredientes y cada uno de los gastos ocasionados por el consumo del limón el primer día de Pascua y el día de San Gregorio.

Mucho ha llovido desde entonces y cuántos y cuántos limones habrán  sido consumidos en las mesas serranas, en casas, bodegas u otros lugares de reunión. Por otro lado, cuántas variantes se habrán conocido a lo largo del tiempo porque, al decir de algunos, “el limón admite todo y en cada sitio se hace de forma diferente”. De lo que no cabe duda es que en dicho plato hay ingredientes que nunca faltan: limón cortado, aceite de oliva y huevo ya sea frito o cocido.

Hay quienes hablan de ensalada de limón; otros de limón de pobres .Los ingredientes, como es natural, se reducen respecto al auténtico limón, donde no faltará la carne asada y el vino tinto junto a otras suculencias de nuestra tierra.

Durante estos años hemos visto muchos tipos de limón: con naranja, con jamón, con escabeche, con cordero,  con cabrito, con magro o solomillo de cerdo, con ternera, con y sin chorizo, con o sin tocino, con huevo duro, frito o con ambos; en definitiva, “un melting pot” que más de uno se preguntará cuál será la presentación y a qué sabrá.

Personalmente me gusta la receta de abundante limón cortado en finas rodajas, un poquito de sal sobre el limón, un diente de ajo machado y vino tinto sobre los anteriores ingredientes, huevo cocido, huevo frito, aceite de la utilizada para freír, carne asada, unas rodajas de chorizo, unos trocitos de panceta asada y, por supuesto, pan para “pringar”. Pienso que es suficiente y como diría algún castizo de nuestro terruño, no vinculado con Galicia, “el limón está para relamberse”.

Otra cosa es la presentación; no es la propia de la nueva cocina. Más bien es a la antigua usanza, mezclando todos los productos que con su fusión proporcionarán un exquisito sabor.

¿Y cuándo se come el limón? Según parece, antaño se consumía en determinados eventos festivos. Aún hoy, en San Esteban, el Ayuntamiento invita a limón a los mayordomos salientes y entrantes de Santa Águeda el día siguiente a la fiesta mayor. En el presente, los lugareños consumimos el limón para almorzar a media mañana, en reuniones de amigos o para comer domingos o festivos como algo casi ritual. En nuestro pueblo es una comida muy socorrida y apropiada para reuniones matinales o de mediodía, tan consistente  que apenas es necesario comer más durante la jornada.  Claro está que dependiendo de la cantidad.

Muchas veces nos hemos preguntado, cómo surgió y por qué razón se  realizó tal mezcla, máxime teniendo en cuenta que el fruto del limón generalmente procedería de fuera ¿Acaso llegó tal vianda desde otras tierras o es que la sabia naturaleza serrana descubrió que una dieta alta en carne necesitaba que un ingrediente contrarrestara los efectos más negativos? Sabido es del poder regulador del PH tanto del ajo como del limón, de sus diversas vitaminas y del poder antiséptico que ambos tienen. Por tanto, aunque hablamos de una comida fuerte, con alimentos que provocan abundantes  toxinas, el limón y el ajo actúan en sentido contrario. Como podemos ver hay muchas cosas inventadas y desde luego, nuestros antepasados no iban descaminados en la preparación del limón. San Esteban de la Sierra y otros lugares de la Sierra de Francia tienen en ello larga experiencia.

En Fuentes de Abajo, además de “bed and breakfast” y rutas guiadas, estamos preparados para ofrecer el rico limón, alimento raro para algunos, para otros un verdadero primor.

Joaquín Berrocal Rosingana.




1-Cea Gutiérrez, A.: “La Fiesta de las Águedas en Miranda del Castañar”. Narria, estudios de artes y costumbres populares. Provincia de Salamanca. Universidad Autónoma de Madrid, 1979.



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lunes, 10 de enero de 2011

EXCELENTE MIRADOR: DESDE LA CRUZ DEL MONTE



La Sierra de Francia está plagada de estupendos paisajes y excelentes miradores, soberbios escenarios de los que San Esteban de la Sierra ofrece un amplio repertorio que de manera gradual iremos mostrando en nuestro blog.

Hoy presentamos un mirador desconocido, sin ninguna indicación y que a lo largo de las estaciones visitamos; es el Mirador de La Cruz del Monte.
Ubicado en la vieja carretera de los Pajares, en la que fue durante siglos ruta arriera de vital importancia para habitantes de la  Sierra de Francia, permite contemplar la compleja orografía de la fosa del Alagón y la secular tarea humana para dominar las laderas.
Desde aquí se perciben las redondeadas cumbres de montañas gastadas, el ruiniforme sello de otras, el serpenteo fluvial, pueblos diseminados y, por encima de tan bella geografía, el sacro pedestal de la Peña de Francia.
Desde aquí vemos los próximos campos de cultivo, viñedo, olivar y frutales asociados, alguna pradería y un mundo multicolor al correr de las estaciones en el que destaca  la bellísima estampa del pueblo de San Esteban.
Hemos elegido este lugar por ser un excelso mirador, muy pedagógico para entender la estética de los paisajes y que sirve muy bien  a nuestra filosofía de un turismo rural diferente y alternativo, turismo de naturaleza y cultural, turismo de comunicación y enriquecimiento mutuo del lugareño y el turista.
  
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viernes, 7 de enero de 2011

DESDE FUENTES DE ABAJO:TIEMPO DE MATANZAS Y POTAJE

TIEMPO DE MATANZAS  Y POTAJE:

En San Esteban de la Sierra, desde principios de noviembre, allá por San Martín (1), hasta avanzado el invierno, después de San Antón y Los Mártires (2), se venían haciendo las matanzas al estilo tradicional con celebraciones de nada menos que tres días. Eran las jornadas de mata, matanza y chorizos.


Entre los diversos platos había uno muy consistente y que solía tomarse para el desayuno (almuerzo) del segundo y tercer día. Este plato laborioso en tiempo, rico al paladar y muy contundente es el que denominamos potaje (nada tiene que ver con el de Cuaresma o el que se realiza en otras zonas con verduras, legumbres etc.)

El potaje de la matanza requería de un recipiente de barro zamorano, caldero de hierro, sartén, cedazo y cucharón de madera para la preparación. En el primero se preparaba la “compostura” con manteca de lomo o chorizo de olla, ajos machados, cominos y laurel. Después se añadían sopas de pan reposado y agua hervida.
En el caldero de hierro se cocían las patatas, lavadas y sin pelar. Una vez cocidas y sin piel se pasaban por el cribo o el cedazo.
En la sartén se llevaba a cabo la segunda “compostura” con ajo, pimentón y grasa del lomo. El pimentón podía ser dulce o picante.
Posteriormente se mezclaban todos los ingredientes y con el cucharón se movía insistentemente en la olla zamorana de dos asas hasta conseguir la textura deseada.
Y tras la preparación femenina, ¡a comer toda la familia!

¡Si alguien tiene ánimo para tales celebraciones y degustaciones, aquí tiene la receta!

Para mayor información sobre la matanza tradicional en San Esteban de la Sierra, http://www.fuentesdeabajo.com (publicaciones)

1-     “Por San Martín se mata el gorrín”.
2-     “Por San Antón y los Mártires estate en casa aunque de pan no te hartes”








domingo, 2 de enero de 2011

DESDE FUENTES DE ABAJO: FRENTE A MI VENTANA


Frente a mi ventana hay dos rectangulares construcciones con paredes y cubierta de piedra restaurada que vierten a dos aguas y bajo cuyo singular tejado sendas bóvedas de medio cañón sostienen techumbre y protegen el agua que brota en su interior,”agua sosa” como por aquí  acostumbran a decir. Son las Fuentes de Abajo, similares en forma y material a otras de la misma localidad,  Fuente Herrera y Fuente Blanca, ésta bajo tierra junto a la carretera que lleva a los Santos y Guijuelo.

La fuente más cercana a mi ventana alimenta el pilar y la poza, estanque éste que recoge el agua de riego para pequeños huertos familiares. La otra fuente, protegida por reja que permite ver su interior, vierte a través de canalillo hacia la pila de las nueces, conocida con este nombre por ser el tradicional lavadero de dicho fruto. El agua sobrante sirve para regar huertos más distantes de características similares a los anteriormente citados. Tanto fuentes como pilar y poza están construidas con piedra de granito, sillares bien labrados, algunos de gran tamaño.

En el pasado, la abundante ganadería mular y caprina abrevaba en pilar y poza mientras muchos vecinos utilizaban el agua del caño para beber, para limpieza de casas y calles, para los gazpachos y la elaboración del típico anisete.
Frente a mi ventana veo también la escalinata pétrea por donde discurre el agua en forma de gran cascada en época de lluvias y el enlosado regato que acoge cuando llueve la mayor parte de las aguas de la población.
Sobre muros protectores observo higuera, nogal, peral y laureles, conjunto arbóreo desigualmente cuidado del que, en parte, la silvestre naturaleza comienza a adueñarse. En la base de una de las paredes una gran piedra de lagar ocupa una esquina con función bien diferente para la que fuera concebida.
Mirando hacia lo alto, aparecen las populares construcciones y sobre ellas la cima del  Castañar; en dirección opuesta la redondeada cumbre del Cancho.


De tanto mirar y sentir, el discurrir de los días, los meses, las estaciones y los años nos han ido dejando un poso de imágenes dispares y sensaciones diferentes del espacio que nos rodea: mañanas de invierno de hielo y frío, de lluvias que convierten el regato en torrentera y nieblas que se ciernen sobre el Cancho; días blancos de copos acumulados que pronto desaparecían; plácidas mañanas invernales de sol y limpio cielo que invitaban al paseo por el Camino de Valero. Dulces primaveras de tiernos y suaves brotes, de bullir de mirlos, herrerillos, ruiseñores y petirrojos. Fragancias de naturaleza floral silvestre y cultivada. Veranos de agradables mañanas y tórridas jornadas, con estampas de oropéndolas, palomas, mirlas y urracas. Veranos  de humanos murmullos desde hora tempranera, de tránsito hacia huertos y viñas, de bulliciosos muchachos jugando con el agua. Tardes de baño hacia el Charquito y olores de carne asada. Otoños de color dorado, de días que se acortan y tardes que guardan silencio, de inconfundibles olores de vendimia, pitarra y castañas asadas. Noches de viento, de ramas que golpean y chirrían cual bisagras  no engrasadas.   
Muchas cosas permanecen; otras son historia pasada. Ya no se escuchan los reiterados pasos  de herraduras ni el tañer de esquilas y cencerros al compás del tropel caprino ni tampoco se  percibe en panaderías, hogares y potes el olor a jara. De igual manera dejaron de verse las sartas de higos en las solanas, tantas y tantas cosas que de la misma forma que los humanos pasamos las costumbres pasan.