viernes, 26 de febrero de 2016

LAS MARRÁS DE SAN ESTEBAN DE LA SIERRA, UN ESPACIO GEOGRÁFICO DIFERENTE:

¿Qué significa marrá? El término, muy utilizado en Galicia, significa hembra del cerdo, marrana, entre otras acepciones. El mismo vocablo, en Extremadura, viene a decirnos que, “falta algo”. Referido al territorio, en la Vera extremeña, existe una ruta que se denomina “Ruta del Mirador Marrá de las Jaras”…

En San Esteban de la Sierra los diversos espacios geográficos conocidos con el nombre de "Marrás", Marrás  del Río Arriba, Marrás del Tiriñuelo, Marrás del Hituero..., se corresponden con superficie pública localizada entre áreas cultivadas o de posible aprovechamiento forestal. Características comunes a todas las marrás son el abundante  roquedo,  matorral y la ausencia de suelo cultivable, así como la escabrosidad general. Grandes bloques de granito, formando lanchones  o bolas, cubren buena parte de las mismas. Donde se ha formado un suelo arenoso y débil surgen diversidad de plantas aromáticas y matorral de mayor porte como cornicabras, madroñeras, durillos, carrascas, bardas etc. Menos frecuente es el desarrollo del arbolado, robles, quejigos o castaños, entre otros.

A veces reciben el nombre de marrás, “trozos de marrás” o “pequeñas marrás”, zonas improductivas en los bordes de los campos de cultivo o en su interior y que, al contrario que las anteriores suelen ser de propiedad privada o de uso de los propietarios colindantes. Se han utilizado como lugares de carga y descarga, puntos donde colocar o arrojar los sarmientos (manicios) u otro ramaje procedente de la limpia o poda. 

Por su calidad de  terreno público, tradicionalmente han servido para la alimentación del ganado caprino,  el que mejor se  adapta a dicha topografía y al ramoneo. En el pasado, cuando recebar los cultivos era frecuente, las marrás cercanas al viñedo fueron en parte descarnadas para servir a tal fin.

Las marrás han cumplido, por tanto,  una función económica de cierto interés principalmente para la ganadería, que contribuía a  mantener abiertos dichos espacios a través de pequeñas sendas. Hoy, la desaparición del ganado caprino está propiciando que el matorral se haga intransitable y que el desarrollo arbóreo sea mayor.


No debe desdeñarse el valor ecológico de las marrás al ser  refugio de la fauna silvestre y haber permitido el crecimiento de  especies botánicas autóctonas, a pesar del pastoreo. Por otro lado, la discontinuidad paisajística de las mismas constituye un gran atractivo para la actual sociedad del ocio que ve en ellas una hermosa y diferente parcela de la naturaleza. Para los amantes del boulder es también una interesante opción deportiva.




martes, 23 de febrero de 2016

¿NOS ACOMPAÑAS?



¡Qué placer recorrer los caminos de herradura entre bosques frondosos, matorral, estratigrafía rocosa y…, ver cómo  se deslizan las aguas sobre la pulida pizarra, cómo labran pequeños remansos, cómo se precipitan de salto en salto en la bravía naturaleza que en ojos y mente adquiere impulso vital!


Ese placer es la terapia del paisaje que te envuelve, te embruja y te hace soñar; es el mejor de los resortes ante la vorágine de los tiempos, de la política y la sociedad; es fuente de inspiración, de sosiego y paz. Es como la musa que fluye el verbo del poeta.









jueves, 11 de febrero de 2016

REDESCUBRIR EL PAISAJE

A veces conviene desviarse del camino trazado, del que todo el mundo sigue y, adentrarse en la virginal  naturaleza o aquella que el hombre hace tiempo abandonó, redescubrir las viejas trochas que cubren las hojas, tocar el henchido musgo que tapiza las rocas y el añoso tronco que muestra las huellas del fuego. Ver cómo crece el rusco entre la hojarasca vestido de gala, cómo el mullido musgo acoge al liquen, cómo el cuchillo pétreo sirve de posadero al buitre. Oler el indescriptible umbroso bosque y respirar profundo el límpido aire. Escuchar los sonidos de la naturaleza en el silencio de la humana voz y disfrutar de la paz que el paisaje inspira.

¡QUÉ SENCILLO Y QUÉ PLACENTERO!


Desde Casa Rural Fuentes de Abajo te descubrimos ignotos paisajes de nuestra tierra. ¿Nos acompañas?










martes, 9 de febrero de 2016

ACERCA DE LOS LAGARES RUPESTRES


El controvertido tema de las pilas, lagares, lagaretas, estrujones, exprimijos..., sobre el que  últimamente han aparecido  artículos en la prensa salmantina, nos lleva a reflexionar sobre el mismo sin hacer demasiadas precisiones que quedarán para otro momento.

No pretendemos hablar “ex cátedra” ni desechar ciertas teorías sobre los usos que puntualmente pudieron llevarse a cabo.

El término lagar se utiliza indiferentemente para el sitio donde se prensa uva, aceituna o manzana coincidiendo en ocasiones más de un uso. El término rupestre está relacionado con  roca, del latín rupes. Cuando se dice lagar rupestre es por estar excavado en la roca no por referirse a una cronología concreta que tal como algunos escribieron asocian a las prehistóricas pinturas de hace varios miles de años,  de la misma forma que atribuían la introducción del vino en la Península Ibérica al cristianismo. ¡Craso error!

Desde Homero, pasando por la Biblia, se habla de los lagares para el primer proceso en la elaboración del vino: “tenía mi amado una viña en un fértil recuesto e hizo en ella un lagar”, Isaías. Estamos en el siglo VIII a.d.C. Esta cultura, la que nosotros denominamos CULTURA DE LOS LAGARES RUPESTRES, se halla extendida por numerosos países del mediterráneo y las formas de aquellos dedicados al vino apenas difieren desde Malta, Italia, España o Portugal...

 “Es como predicar en el desierto” decía una de las arqueólogas de la Universidad de Valencia ante aquella publicación que pretendía ser científica y que consideraba las diferentes excavaciones en la roca, llámense pilas o lagares…, lugares de sacrificio o sagrados. Tal vez en algún altar prehistórico pudo tener tal fin pero no puede generalizarse al gran volumen de excavaciones del territorio que pisamos. No le faltaba razón a dicha arqueóloga para tal razonamiento ya que en las excavaciones realizadas por el equipo de su Universidad se hallaron las pepitas de uva carbonizadas y setenta ánforas con capacidad para más de cuatro mil litros al margen de otros indicadores.

Decir que los lagares dispersos por el campo que nosotros estudiamos han sido almazaras, parece un tanto descabellado. En casos muy puntuales pudieron servir para ello, no de forma habitual. Hacer el aceite a saco, machacando la aceituna, con pésimo rendimiento, ya se recoge en el Marqués de la Ensenada. Generalmente las pilas oleicas u olearias, abundantes en época romana, difieren de los lagares a los que nos referimos y en ellas aparecen los cilindros de machacado o  contrapesos de prensado. Por otro lado, el mayor número de los lagares estudiados se hallan fuera del límite térmico del olivo.

Decir que los lagares han sido abrevaderos o silos no parece la teoría más acertada. ¡Que ímprobo trabajo realizar dos recipientes, uno de ellos con pendiente, para acumular el agua en el otro! Todo el mundo sabe que perdida la función de uso, muchos se destruyeron, otros se colmataron de forma natural o acumulando sarmientos, ramajes y piedras que el hombre arrojaba. Los  que quedaron ligeramente elevados y los no aterrados si es cierto que pueden haber servido de pesebre o abrevadero pero lejos de la labor inicial para la que fueron creados.

¿Qué podemos decir cuando especialistas de Italia y Portugal vieron todavía realizar vino en estas excavaciones rupestres en los años sesenta del pasado siglo?
Lagar de doble recipiente. San Esteban de la Sierra

Lagar de única cavidad y roca exenta. San Esteban de la Sierra.

Lagar de única cavidad y roca exenta. Calabria, Italia.Gentileza de Orlando Sculli.

Lagar de triple seno. San Esteban de la Sierra.

Lagar de doble recipiente. Calabria, Italia. Gentileza de Orlando Sculli.

Lagar de doble concavidad. San Esteban de la Sierra.




Lagar de doble cavidad y anclaje de prensa. San Esteban de la Sierra.