martes, 25 de febrero de 2020

BONITA JORNADA Y EXCELENTE GRUPO



El pasado sábado, la Asociación Salmantina del Parkinson nos solicitaba realizar la Ruta de los Lagares Rupestres, no de forma completa debido a los problemas físicos de algunos de los asistentes. Por ello, avanzamos en coche hasta la parte superior de la ruta y la hicimos en descenso ahorrando así unos cinco kilómetros.

Me siento muy satisfecho de haber hecho un recorrido de estas características con un grupo tan interesado en conocer, tan bien avenido y con tanto pundonor a pesar de las limitaciones. Sin duda, su comportamiento supuso para mí una gran lección.

Magnífica comida en Restaurante la Botica y agradable paseo junto al río sirvieron para completar la jornada.

Gracias.



















viernes, 21 de febrero de 2020

CAMINANTE, SON TUS HUELLAS...


El 22 de febrero de 1939 moría en Colliure Antonio Machado, el poeta español nacido en Sevilla en 1875 que evocaba así aquel lugar:

Esta luz de Sevilla…Es el palacio
Donde nací, con su rumor de fuente…

Es la ciudad de la infancia, el recuerdo de patio, huerto, maduración del limonero y el aprendizaje del Romancero General.

Madrid y la Institución Libre de Enseñanza, Giner de los Ríos, Cossío, lecturas de Bécquer o Shakespeare así como efímera vida de bohemia marcan un período previo al final de siglo, como breves las estancias en París y los retornos al Madrid de  Azorín, Valle, Juan Ramón…

Soria y Leonor, Castilla…, marcan un antes y un después en la vida del poeta que vivirá en Baeza, Segovia, Madrid y ya iniciada la guerra en Valencia y Barcelona antes de llegar a Colliure donde moriría…

“… estos días azules y este sol de infancia…”

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar,
Al andar se hace  camino, 
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante, no hay camino,
sino estelas en la mar.

martes, 11 de febrero de 2020

NIEBLA


A veces las circunstancias meteorológicas son un impedimento para el desplazamiento o para el mero disfrute de la naturaleza; es lo que sucede con lluvia, hielo, nieve, nieblas… Otras veces son ingrediente de gran seducción al convertirse en un adorno del paisaje que no suele ser el más habitual.

La niebla, tan molesta para la conducción y el senderismo al dificultar el desplazamiento normal e impedir  contemplar el entorno, es en ocasiones un extraño y bello fenómeno con cambiantes juegos de luz y original vestimenta del paisaje que nos da la oportunidad de ver sus diferentes manifestaciones como nieblas de irradiación, de advección, orográficas…, como elemento vaporoso que aparece y desaparece, que asciende y forma nubes o se transforma en neblina que poco a poco abre sus puertas al sol.


















miércoles, 5 de febrero de 2020

HACIA LAS MERCHANAS



Tras extensos  falsos llanos, en los que hienden sus fauces las aguas que fluyen hacia el Duero; de puzles kilométricos de cercados, cortinales acotados por lajas de granito,  arados unos,  verdes de sembrado otros o  de verde pastizal del vacuno y ovino; de matorrales, robles y encinas de primigenia alcurnia arbórea que invaden el abandonado agro; de caminos delimitados por bellos muros de rocas cubiertas de  grises líquenes y  verdes musgos a cuya vera surgen los innumerables chozos de falsa bóveda;   de desnudos berrocales lamidos por las aguas…, ante nosotros, al otro lado del Camaces, las murallas vetonas que nacen desde las cercanías del río y ascienden hasta la acrópolis. De menor entidad las posteriores obras de la ingeniería romana. Es el CASTRO DE LAS MERCHANAS.

Si no es el mayor de la provincia de Salamanca, ni el mejor conservado, sí es un hito en la vieja historia de la provincia y un lugar donde acogerse el tiempo que sea necesario, máxime en jornadas de agradables temperaturas, cielos azules y ausencia de turistas para poder disfrutar de la paz que transmiten estas tierras de piedras acumuladas, de vegetación colonizadora, del siempre presente rumor de la corriente y sobre todo  del ingente trabajo que se desprende de los colosales muros que nos hablan de la sociedad de hace más de 2000 años. Recorrer el interior murado requiere imaginación para desentrañar el hábitat primitivo y la vida en comunidad. Es tanta la destrucción que en muchos sitios son piedras desordenadas y en otros cercas, que aprovechando el material existente   han servido a sociedades próximas a nosotros para sus actividades económicas. Sorprendente la sabia labor, la reciedumbre y magia de la muralla con varios metros de espesor, de las puertas de acceso, de las piedras hincadas y cómo no, de la figura del verraco apostado en el exterior, quien sabe si como protector de pastos y ganados, elemento disuasorio,  indicador de una actividad que diviniza al jabalí, al cerdo, al toro…

En la Merchanas, paisaje e historia sobrecogen y transmiten múltiples y deliciosas sensaciones, probablemente muy diferentes para cada uno de nosotros pero nunca para dejarnos indiferentes, no  sentir el paso del tiempo, la lejana obra bien realizada, la musicalidad de las aguas, la ilusión de caminar, de respirar y disfrutar la paz de la naturaleza en la que nos encontramos inmersos.