miércoles, 13 de mayo de 2020

FORTALEZA DE GORMAZ



Encaramado sobre  alargado cerro residual que domina un amplio espacio, el castillo de Gormaz, mejor…, la impresionante fortaleza de Gormaz, la que fuera en su tiempo la mayor de las fortalezas califales de Europa, es en la actualidad un semi-derruido baluarte que jugó gran papel estratégico entre las tropas musulmanas y cristianas en los siglos medievales, especialmente durante los siglos IX, X y XI.

Visible desde muchos kilómetros de distancia sorprende su ubicación sobre la cuenca del Duero, alzado sobre el serpenteante y lento tránsito del río, los bellos campos de cultivo del llano, en lontananza las Sierras, la agazapada pequeña población de Gormaz en sus faldas y la ermita camino del gran bastión.

Los nombres de la historia le recordarán al viajero-visitante cuánta importancia debió tener el lugar y qué solo y abandonado se encuentra en estos momentos teniendo en cuenta su valor cultural y los hermosos panoramas que desde aquí se disfrutan. Quizás merezca la pena refrescar la memoria y citar a AlHakén II, Almanzor, Fernando I de León, Alfonso VI y el Cid Campeador que fuera Señor de Gormaz.

Como en otros históricos lugares del interior peninsular, en este caso la frecuentación turística es escasa lo que también reporta paz y disfrute personal cuando puedes recorrer a tus anchas tan vasto espacio. En nuestra última visita, en primavera tardía, el pueblo de Gormaz parecía dormitar y en la fortaleza, una hora sin alma alguna recorriendo el interior, contemplando las veintiocho torres y circundando parte de los mil doscientos metros de perímetro.



BARRANCO CALCÁREO. AL FONDO, GORMAZ.
                                     



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