DOLMEN DE LÁCARA.
Hemos pasado Nava de Santiago,
camino de Aljucén. En la carretera, un indicador anuncia el dolmen de Lácara;
al lado, hay pequeño aparcamiento.
Un desconocido, nos dice que,
desde allí al dolmen, hay 800-1000 metros, quizás algo más. Emprendemos ruta
por amplia vía entre el verde y llamativo paisaje de la dehesa, siempre delicioso ver y caminar por él. En algún tramo, las
aguas han deteriorado el camino y, las hierbas, se apoderan de los bordes.
Tras verde vaguada y pequeña subida, allí está el dolmen de
Lácara, considerado el mayor de Extremadura. Una joya sobre la que no
podíamos imaginar su magnitud y aún
menos sus características.
Desde un lateral y, junto a panel
informativo, contemplamos lo que queda del túmulo que, en sus orígenes,
cubriría toda la estructura de piedra. Leemos que el eje mayor de su planta
elíptica mide 35 metros y 28 el eje menor, estableciéndose su altura entre 6 y
7 metros. Otras informaciones, hablan de que el túmulo tendría carácter
simbólico, se oficiarían ritos, indicaría prestigio y dominio del territorio.
Continuamos hasta la entrada del
dolmen donde, otro panel, nos da más detalles acerca de la construcción.
Informa sobre el vestíbulo de 6,20 metros de largo, sobre el corredor con bajo
techo de 9,15 y sobre la cámara funeraria que oscila entre 4,5 y 5 metros de
diámetro y, más de 4 de altura. Sería tumba colectiva y utilizada, según
leemos, entre el Neolítico medio y finales del Calcolítico, aproximadamente un
milenio. Posteriormente fue lugar habitado, expoliado, como tantos yacimientos
arqueológicos e, incluso, dinamitado…
Después de la información
recibida y primeras apreciaciones, es obligado recrearse en la observación de
tan estupenda obra y hacerse mil preguntas sobre la ejecución, vida y creencias
del hombre que habitó este territorio hace cinco mil años. Sin duda, una
creación colosal, colectiva y de poderoso ingenio.
Y por si acaso, el megalitismo, no es
suficiente para satisfacer nuestras ansias de conocimiento y disfrute, ahí está
un bellísimo paisaje adehesado que, para mayor deleite de los sentidos, tenemos
a nuestro alrededor.
Túmulo
Vestíbulo
Corredor
Cámara funeraria y corredor