viernes, 22 de noviembre de 2019

POR TIERRAS DEL CAMERO NUEVO



Desde el Puerto de Piqueras a Logroño, la trepidante carretera  discurre a lo largo de más de setenta kilómetros dejando a un lado y otro el fascinante paisaje del Camero Nuevo, la denominada Tierra de Cameros de abrupta geografía surcada por las diversas corrientes que descienden desde Cebollera para conformar el río Iregua. La vegetación autóctona de robles, hayas, acebos…, se mezcla con el alóctono pino proporcionando abigarrado colorido durante el otoño al tiempo que la masa pinariega se convierte en  riqueza maderera en territorio donde antaño imperaron los grandes rebaños de merinas trashumantes. Fue la cabaña ganadera que trashumaba a través de la Cañada Real Galiana hasta el Valle de Alcudia, la base económica fundamental de los dos Cameros hasta la crisis y desaparición del Honrado Concejo de la Mesta. Como referencia,  Luis Vicente Elías ofrece cifras relativas a la segunda mitad del siglo XVII cuando las tierras de Villoslada de Cameros, Ortigosa y Lumbreras sumaban más de 270000 cabezas de ovino. Durante siglos la industria de la lana inundaba toda la comarca, siendo tal su importancia que al decir de sus habitantes “se tejía la lana de media España”.

El deforestado paisaje del ovino se ha regenerado,  regalándonos en la actualidad una de las más bellas estampas de la vertiente norte del Sistema Ibérico. Al  hermoso paisaje natural hay que sumar la cuidada imagen de algunos de sus pueblos, Lumbreras, Villoslada, Ortigosa, el Rasillo o Nieva, entre otros, que alardean  de vieja hidalguía con los variados blasones de sus fachadas.  



















No hay comentarios:

Publicar un comentario