¿Ante la contemplación de este
bloque ciclópeo, auténtico menhir natural tajado por el rayo, podríamos pensar
que las otras imágenes  se corresponden con la misma peña
berroqueña?
Sí, son de  la misma. La distancia, la perspectiva y los
ojos con los que  la miremos nos ofrecen
caras y figuras muy distintas de este erguido canchal sin restañadura con las
rocas que lo sostienen. La imaginación humana descubrirá  formas animales o simples caprichos de la naturaleza
en el impresionante monolito.
El granito, roca ígnea plutónica,
por su origen y naturaleza puede dar lugar a formas como las que se observan
donde son frecuentes las diaclasas,  la
meteorización química y  la erosión
mecánica. En los alrededores de este paraje, los numerosos y llamativos bolos  son otros claros ejemplos del modelado
granítico. 





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