jueves, 13 de febrero de 2014

EL CORRETAJERO

EL CORRETAJERO:

Hasta la década de los sesenta del pasado siglo existió en San Esteban de la Sierra la figura del “corretajero” o los “corretajeros”, personas que actuaban de intermediarios entre vendedores y compradores  de diferentes productos en la localidad. Esta tarea conllevaba una comisión (en realidad  impuesto municipal sobre entradas y salidas de artículos) que se conocía con el nombre de corretaje  que pagaba el comprador y vendedor foráneo  a tenor de la mercancía comprada o vendida y el trabajo realizado por los corretajeros.

Para acceder al cargo de corretajero o quedarse con el corretaje era necesario acudir a la subasta pública que realizaba el Ayuntamiento cada año y ser el mejor postor en la puja. Hubo personas que de manera reiterada ocuparon el cargo al ser conocedores de los diferentes mecanismos y triquiñuelas propias de una actividad en la que para poder sacarle fruto se recurría frecuentemente a la picaresca.

Ocupar tal cargo exigió en tiempos hacer un cuantioso desembolso que permitió al Ayuntamiento  pagar  secretario y otros gastos propios de la entidad; ocasionalmente pagar el médico. Las cantidades ofertadas por el corretaje llegaron algunos años a las cien mil pesetas. Es decir, constituyó una importante fuente de ingresos para el municipio que desapareció a principios de los años sesenta. 

Hasta la construcción de la Bodega Cooperativa el vino fue el producto principal de venta a través de los corretajeros y por otro lado el que puso fin a estos  intermediarios. Alubias, garbanzos, patatas, aceite, frutas o carne tenían menor representación. La existencia de vino en cada casa como principal excedente de cara al mercado, obligaba a los vecinos a estar en contacto con el corretajero para poder vender la cosecha, algo que no siempre sucedía. Si el cosechero ofrecía bajo cuerda incentivos al corretajero  era más fácil vender ya que casi siempre el mediador estaba más cerca del comprador de fuera que era quien pagaba, daba más propinas y a la par ofrecía meriendas, frecuentes entre el colectivo de esta actividad. A finales de los años cincuenta,  el precio del decálitro de vino oscilaba entre  50-60 pesetas y la tasa por decálitro comprado  de una peseta

Cuando no resultaba fácil vender la cosecha, algunos productores optaban por establecer tiendas o bodegas en otros pueblos o ciudades como Béjar, Alba, Barco de Ávila o  Salamanca. Unas tuvieron carácter temporal y otras se consolidaron durante años.

La procedencia de los compradores y  medios de transporte del vino varió a lo largo del tiempo. Desde pueblos cercanos, Los Santos, Valdefuentes, Fuenterroble, Endrinal y lugares algo más distantes, particulares o propietarios de pequeños negocios llegaban con caballerías y pellejos a abastecerse de vino; también con carros tirados por bueyes o vacas que habida cuenta de las duras pendientes de la Santía, el Barrio Arriba y el tramo hasta el Empedrado necesitaban  ayuda de otras yuntas de vecinos que disponían de vacas de alquiler para estas circunstancias. Las cuestas del Bardal, siguiendo la vieja carretera, muchas veces requerían de un auxilio similar. Hubo consumidores que para evitar los tramos más complicados pedían que el vino se les acarreara  hasta los Pajares. Cuando los compradores venían de lejos era frecuente la pernoctación en alguna de las tres posadas existentes, la de la Plaza, calle del Barrio Arriba y  calle la Alhóndiga.

Avanzado el siglo XX y a distancias mayores, los pequeños camiones realizaron el transporte del vino en pellejos y cubas.  Ya al final en cisternas. Desde San Esteban se abasteció a bares y almacenistas de la capital de provincia y poblaciones más lejanas como Segovia o Cuéllar, entre otras.

El oficio de corretajero, ligado preferentemente al vino, declinó desde el momento en que comenzó a funcionar la Bodega Cooperativa, desapareciendo poco después.



viernes, 7 de febrero de 2014

LA CIGÜEÑA NEGRA

LA CIGÜEÑA NEGRA, Ciconia nigra:


Para los amantes de la ornitología hay parajes  de gran valor en los que circunstancialmente, con suerte o paciencia, es posible contemplar aves no habituales y al mismo tiempo protegidas. Una de ellas es la cigüeña negra, de bella silueta, más pequeña que la blanca, perfectamente identificable en nuestro entorno donde la cigüeña común no anida, solitaria y huidiza ante la proximidad del hombre.

Desde marzo hasta septiembre se puede divisar en los alrededores de San Esteban, Valero y los valles del Alagón, Quilama y Palla. Desaparecida de los cantiles de la Peña del Hituero en el pasado siglo, fruto de la gran presión humana, es un regalo de la naturaleza verla surcar nuestros cielos o rastrear los pequeños charcos durante el estío donde peces, anfibios e insectos le sirven de alimento.

La fortuna nos ha permitido verla en el proceso de apareamiento en el Camino de Valero, en la migración con más de veinte ejemplares sobre el cielo de San Esteban, en pozas someras, entre los cantos fluviales, sobrevolando el Piélago, la Huanfría, las Huertitas, los Riscos de los Pajares y posada en zona de anidamiento en las buzadas cuarcitas de la Palla.

Sin duda, un gran obsequio para quienes recorremos campos y veredas y amamos la bravía naturaleza que tratamos con el mayor respeto de enseñar a los que nos acompañan.


jueves, 6 de febrero de 2014

SAN ESTEBAN DE LA SIERRA, LUGAR PARA DISFRUTAR

SAN ESTEBAN DE LA SIERRA, SIERRA DE FRANCIA, SALAMANCA.


Estratégico lugar para disfrutar y desde donde visitar las salmantinas Sierra de Francia y Béjar o las comarcas del norte de Extremadura.

El viajero que recorra la enorme planitud de las dehesas del Campo Charro, difícilmente podrá preludiar el sorprendente paisaje de la hundida fosa del Alagón. Pasado el sinuoso umbral, el vertiginoso descenso que media entre San Miguel y San Esteban o entre Los Santos y la villa serrana, le asoma a la discontinua geografía donde se halla San Esteban de la Sierra. Al acercarse, la blanca e ingente Sierra de Béjar y la majestuosa Peña de Francia,  aparecerán como telón de fondo al bello mosaico abancalado de vid, olivo y frutales y la rica naturaleza donde se aprecian los influjos mediterráneos y atlánticos. Diferentes sensaciones estimularán al viajero a introducirse en uno de los más atractivos panoramas de las tierras salmantinas y sentir el aroma del espino, de la escoba, el cantueso, la madreselva o la jara. Después, sentirá la calidez que impregna esta especial atmósfera donde la mano del hombre ha dejado una huella secular. 

La belleza plástica del conjunto serrano será otra nota de sorpresa para el viajero. La hermosa estampa desde lo alto, el apretado caserío, la estructura urbana de estrechas y tortuosas calles que salvan la pendiente del emplazamiento y la arquitectura tradicional de pétreos muros abajo y paredes livianas de entramado de madera y protección al hostigo en las plantas de habitación, sin duda marcarán la retina viajera.

Tras embeberse de paisaje y caserío, el visitante tiene la oportunidad de sentir la vida del lugareño y ser uno más entre ellos al participar de su charla, sus fiestas, su gastronomía o por qué no de sus tareas de campo. 

Viajero o turista, no pierdas la oportunidad de conocer y disfrutar esta tierra ignota pero abierta al turismo. Con grata sorpresa descubrirás nuestros caminos, bosques frondosos y escultóricos roquedos; sentirás el perfumado ambiente de la primavera y el frescor de nuestros ríos durante el estío; recorrerás castañares y robledales en el otoño y aquí y allá encontrarás los deliciosos frutos del bosque; recrearás la vista desde excelsos miradores y en más de un momento la hermosa naturaleza embriagará tus sentidos. Déjate seducir y recorre nuestras calles, en fiestas y en los días silenciosos del otoño o del invierno, cuando todo parece dormitar y lo rural se acentúa. No olvides ver la peculiar arquitectura,  la iglesia, la ermita, las primitivas fuentes, el puente medieval o los restos que jalonan nuestro suelo. Disfruta la singular Ruta de los Lagares Rupestres, el Camino de Valero y la atractiva pista que discurre por Los Miradores de las Sierras. Saborea los platos, vinos, dulces y licores de San Esteban; habla con el nacido en estos pagos y encontrarás trato afable y la mayor cordialidad.  Y cuando tu viaje concluya y desde algún recodo de la carretera vuelvas la   vista atrás, sentirás que has vivido una experiencia única, que merecía la pena y que repetirás.

Joaquín Berrocal Rosingana.
Casa Rural Fuentes de Abajo
www.fuentesdeabajo.com

CAPRICHOS DE LA NATURALEZA

La naturaleza es un mar de sorpresas. Esta ciclópea y granítica roca nos ofrece una y mil caras dependiendo del lugar desde donde se mire, de la distancia, de los ojos y mente del espectador. Es variable y diversa como tantas y tantas cosas en la vida. Es  roca caballera, es  pico de ave, es roedor, es simple mole berroqueña que su propia naturaleza y los agentes externos han moldeado y continúan haciendo su tarea de forma incesante.  

Desde Casa Rural Fuentes de Abajo, a través de nuestras excursiones, mostramos estas y otras muchas formas y elementos naturales del territorio inmediato.









miércoles, 29 de enero de 2014

ATARDECER


Mientras crece la tarde y se expanden las sombras, sopla el cierzo y vuelan las nubes lejanas, una extraña forma  de algodonosa estratigrafía extraterrestre, siembra parte del firmamento al unísono que el sol  se oculta tras los desnudos árboles y la pendiente montaña que despide fulgores de engañosas llamas vapuleadas por el viento de la gélida tarde de invierno.   



Cuando ya los campos se cubren de lóbrego atavío y los rayos del postrero sol palpitan en  refulgentes nubes, otras más elevadas, vaporosas, oscuras y amenazantes despiden la escena vespertina invernal.  






  

lunes, 27 de enero de 2014

RECUERDOS Y NOTAS DE VIAJE: DESDE LA SELVA DE OZA AL IBÓN DE ESTANÉS.

RECUERDOS Y NOTAS DE VIAJE: DESDE LA SELVA DE OZA AL IBÓN DE ESTANÉS.


Nos encontramos en el mes de julio. En la Selva de Oza ha amanecido un día claro, ligeramente fresco como es frecuente por estos pagos muchas mañanas de estío. Explican los lingüistas que el término Oza alude a lugar frío, aseveración que hemos comprobado en vacaciones estivales cuando las nieblas  cubrían la selva toda y la frialdad era intensa.

Estamos preparados para caminar. Despejadas las dudas de qué ruta tomar, Acherito y Parque Nacional de los Pirineos Franceses, Castillo de Acher, Lago Estanés…, hemos optado por este último itinerario. Probaremos fuerzas   recordando tiempos de  juventud en un recorrido de alrededor de treinta km entre ida y vuelta en el que los desniveles no son excesivos y exigentes.

Lista la mochila con productos de la tierra salmantina, algo de vino y agua, fruta, la petaca con el anisete de San Esteban, perrunillas, mapa topográfico, cámaras de fotos y diapositivas, hemos iniciado el recorrido por el amplio camino-pista entre el tupido bosque de pinos, abetos y hayas.


La pista sigue a contracorriente la margen izquierda del río Aragón Subordán que en esta época del año discurre  con transparente escaso caudal. El sentido  de río y camino poco a poco va cambiando para tomar una gran curva que culmina frente al refugio-cuartel. A partir de aquí,  se camina en dirección este por un precioso valle en ascenso suave y permanente. El bosque ha  desaparecido y tan sólo se observan pies aislados o algún pequeño rodal lo cual permite ver un paisaje de dominio del herbazal, de blancas y peladas cumbres y de barrancos como el de Acherito y otros de menor entidad que desde las cumbres fronterizas con Francia aportan aguas al Subordán. A un lado y otro de la ruta las montañas se elevan hasta alcanzar y superar los dos mil metros. Es un excelso panorama que motiva para caminar y disfrutar de la montaña y los pequeños detalles que surgen al paso, diversidad de dedaleras, amapolas y genistas en flor que contrastan con el intenso verde de la pradera.

La temperatura va subiendo y estorba parte de la ropa al tiempo que se salvan los últimos repechos en curva  para llegar al impresionante valle de Aguas Tuertas a unos 1600 metros de altitud. Aquí acaba la pista y se inicia una senda hollada con frecuencia por montañeros. Es extraño que esta mañana no hayamos encontrado a ningún senderista ni en uno ni otro sentido. A lo largo de este precioso valle de perfecta u glaciar la única compañía son las manadas de ganado vacuno,  algún rebaño caballar, varios córvidos en altura y las señeras cumbres de blanco unas y de intenso color rodeno otras.


Las aguas serpentean suaves a lo largo de más de dos kilómetros sin pendiente alguna entre las más verdes y bellas praderías que uno pudiera imaginar. Finalizadas Aguas Tuertas se accede por pendiente llevadera hasta la zona donde se localizan los restos de un dolmen. Aquí encontramos los primeros y únicos transeúntes de la jornada. Es una pareja simpática  avezada en  largos recorridos montañeros. Van muy cargados y caminan lentos. Después de visitar Estanés pretenden seguir ruta sin descanso e invertir varios días en las altas cumbres.


Poco después del dolmen, la senda se empina a su paso por las Cabretas donde surge un camino que lleva al pequeño ibón de Orna. El sendero de Estanés va ascendiendo y marca su paso más elevado por encima de los 1900 metros desde donde se inicia el descenso hasta el lago en medio de un llamativo circo montañoso. Infinidad de plantas de tardía floración surgen por doquier formando originales maceteros en las áreas cársticas del entorno del ibón.

Sobre la blanca y cenicienta roca calcárea, tendido mantel y colocadas viandas se disfruta la comida y una privilegiada vista sobre el azul lago y las aserradas cumbres que vierten aguas hacia territorio francés. El ganado vacuno pasta en las inmediaciones disperso entre los verdes herbazales y el cárstico roquedo.

Ante tan sublime escena la mente vaga y recuerda  la hermosa leyenda que cuentan por estas tierras acerca 
del origen del lago Estanés: “huyendo la bella princesa Rosina de un walí árabe por las sendas de las ásperas montañas, cayó en una sima profunda y tal grito profirió que al instante brotó el agua a raudales llenando la gran cubeta que hoy ocupa el seductor y legendario lago”.


Grande debió ser el estruendo para asustar a los perseguidores de la joven quien fruto de su desdicha dejó como herencia la belleza de la azulada lámina solitaria en la que ahora se refleja un encantador y sonriente rostro femenino en un marco de paz y silencio que inunda todo en rededor.









martes, 14 de enero de 2014

FIESTA DE SANTA ÁGUEDA

Los próximos días cuatro y cinco de febrero San Esteban de la Sierra celebrará la fiesta de la patrona de invierno, Santa Águeda. Pocas fiestas tan entrañables como ésta para los propios del lugar y tan acogedora para cuantas personas tengan la oportunidad de acercarse y disfrutarla.

El Ayuntamiento de la localidad se encargará de la organización y correrá con todos los gastos festivos ante la ausencia de mayordomos.

Quienes no conozcan el evento y tengan la posibilidad de asistir  vivirán jornadas muy especiales.